– Le pido que haga todo lo posible por mantener con vida a mi marido un poco más.– Pero señora, yo no soy médico, soy prostituta!– Ya, ya, pero usted manténgalo así, con esa vitalidad y esa sonrisa, que ya le mato yo en cuanto llegue– Pero si el pobre ya está medio muerto– Pues no lleva años así, medio muerto. Aguante un poco que llego en diez minutos. por cierto, cómo me ha localizado? No se llevó el teléfono…– Siempre me ha hablado de usted y hace ya mucho que me dio su numero por si pasaba algo. Por cierto, ya ha pasado.
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las