Al final del pasillo le esperaba su nueva vida. Aunque ella no lo sabía. Llegó como pudo, respiró hondo y abrió la puerta con más miedo que curiosidad.Y allí se encontró con él, y le preguntó, ¿cómo has llegado hasta aquí?. Él, serio pero orgulloso de haberlo conseguido, le contestó con superioridad, «¿qué creías? ¿que sería tan fácil acabar conmigo?». Elena no dijo nada, simplemente pensó, qué pena que hasta su última bocanada de vida siguiera siendo estúpido. Le cerró los ojos e inició su nueva vida.
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las