Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él. Así me he pasado los dos últimos años, hasta que por fin descubro que no debo esperar más. Perdí por fin la esperanza de que la ausencia de lágrimas te permitiera ver la realidad de otra manera. Esa realidad que las lágrimas transforman en amor lo que en realidad fue odio. Esas lágrimas que te consuelan pero no te dejan avanzar. Creo que si por fin doy un paso adelante, quizá dejes al fin de llorar por él y empieces a llorar por mí, ya no esperaré más.
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las