Llegará pronto, le dije con voz calmada. Ella me contestó: «no me importa nada», cerró los ojos y siguió fingiendo indiferencia.Al momento sonó el timbre, era el mensajero. Entregó una caja de dimensiones y características extrañas, qué será pensó, abriendo los ojos como platos… la expresión ya no era en absoluto de indiferencia. Qué habría en la caja? Se cumpliría por fin su sueño? Sería si no una nueva desilusión? Abrió la caja con la misma prisa que desgana, y descubrió una tarjeta en el interior: Llegará pronto, mucho antes de lo que imaginas, escuchó de nuevo el timbre. Ya no quiso abrir la puerta más…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las