Ahora ya vestido le vi de una forma completamente distinta.Después de las últimas angustiosas horas, de la lucha, de la sangre, ahora parecía que «vivía» un momento de mucha paz. No sé qué me costó más, si limpiarle y arreglarle o perdonarle. Pero lo hice todo.Al fin y al cabo, él no me pegaba porque sí, sin razón, lo hacía para protegerme… además yo también tenía lo mío… a ver a partir de ahora quién me controla, no sentí paz como tantas veces pensé, sentí vértigo…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las