Exactamente lo mismo que decía cuando estaba viva: «me quiero morir». Así se pasó veintisiete años, dos meses y cuatro días. Nunca supimos por qué entró en depresión o si simplemente era parte de un «insoportabillidad»… nunca disfrutó de nada, solo sufrió todo. Ningún regalo, amor, viaje ni éxito le produjo satisfacción, solo sufrimiento. Cuando decidí concederle la muerte, yo no sabía que este tipo de muertos siguen siendo insoportables y siguen repitiendo las mismas frases, así que aquí estoy viendo opciones para re-matarla y que esta vez se vaya de verdad. A lo mejor la solución está en mí…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las