Perdida en el bosque. Nunca creyó que le pudiera pasar. Lo conocía como la palma de su mano, sin embargo ese día se desorientó y la aparición de ese extraño ser no ayudó. Al principio le dio un ataque de pánico, aunque después, cuando empezó a observarlo se auto convenció de que no tenía malas intenciones. A los meses cuando se dio cuenta de que lo que estaba engendrando en su vientre la mataría y traería el mal, ya era tarde… ya no podía – ni siquiera quería – solucionarlo…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las