Ninguno de los niños que había en el arcón era Tomás, así se lo hice saber a la policía. Yo lo tenía claro porque yo mismo les había metido, pero aún así ante su insistencia, lo comprobé y efectivamente ninguno era Tomás. A Tomás no le gustó nunca estar con el resto, fue siempre rarito… un día le dije, como dice Dolores Promesas, «Tomás, no te aguanto más», y ya no le volvía a ver, hasta hoy que entra en mis estudio y me dice: «te toca. He heredado tu manía, hoy vas tú al arcón»…así que dejo de escribir, me toca, me voy, eso sí, le insisto por el camino: «Tomás, no te aguanto más».
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las