Había pedido a los Reyes que le devolvieran a su papá. Así que la noche del 5 apenas durmió y la mañana, o más bien madrugada, del 6 se levantó nerviosa y emocionadísima. Bajó corriendo al salón donde había dejado sus zapatos y allí estaba él, radiante, con una sonrisa que apenas le cabía en el rostro… “hija, qué alegría verte”, le espetó. A ella no le salía la voz del cuerpo… la magia existe pensó, ahora para el próximo año solamente les tendré que pedir que se quede…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las