Falsa alarma, todo bien. Decirme estas palabras en voz alta me produjo un gran bienestar. Había estado toda la mañana pensando, anticipando, una mala noticia. Había sustento para ello… sin embargo todo había sido una vez más fruto de mi incalculable capacidad de imaginar. En el bosque todo seguía igual, la tumba bien escondida y no hallada, el enorme silencio tras los gritos, la escarcha, el miedo… la policía ya no busca ahí. A ver dónde van ahora a buscar, no me gustaría empezar a anticipar de nuevo…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las