Le confesé a mi padre lo que había hecho. Pensé que dadas las circunstancias era lo mejor, eso me liberaría cierta carga de culpa y me permitiría emprender nuevos proyectos. Al contárselo, me di cuenta de que a él no le parecía para tanto y eso me enfureció, así que de inmediato, y de imprevisto, se convirtió en mi nuevo proyecto. Ahora se lo tendré que confesar a mi madre, espero que a ella sí le parezca grave, si no a ver con quién me sigo confesando…
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las