Era lo único que podíamos hacer por él, dadas las circunstancias. Cuando mi madre me escupió esta frase a la cara, intenté analizarla: hacer? único? circunstancias? Era invierno, uno de esos inviernos crudos. Había nevado y aunque había salido el sol el frío cortaba la cara y la respiración. Y allí estaba él, parecía tranquilo, incluso dormido. Ella decidió que lo único que podía darle era amor. Amor incondicional. Hasta que se fuera, porque sabía con seguridad que se iría, las circunstancias así lo determinarían. Y se fue lleno de amor.
YO SOY. MI PATRIA.
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las