AMOR VERDADERO
Le agradezco con otra sonrisa su mentira piadosa. Y cuanto más sonrío, más lástima me tiene… y pienso, varias grandes sonrisas más y ya no podrá decirme la verdad
Desde la convicción absoluta de la importancia de las historias, dado que lo emocional es lo que realmente mueve e impulsa o solo a comprar sino a seguir a una marca, a creer en ella, a identificarte con ella, desde esta convicción lanzo aquí Microrrelatos de distinto tipo, que en principio no tienen que ver con la empresa ni, normalmente, tienen “moraleja de gestión”, sino que son “simplemente” historias, en mayor o menor medida reales, para destacar la importancia del STORYTELLING y animar y ayudar a las marcas a crearlo… mientras espero que las disfrutéis y os gusten…
Le agradezco con otra sonrisa su mentira piadosa. Y cuanto más sonrío, más lástima me tiene… y pienso, varias grandes sonrisas más y ya no podrá decirme la verdad
Me hace entrar en mi nuevo hogar, con ese espíritu lacrimoso que no pierde nunca. Ni estrenando hogar. Me enseña el nuevo hogar, con la misma desgana con que
“Ya estoy en casa!!!” Siempre gritaba lo mismo, esperando la reacción inmediata de atención en forma de zapatillas, vaso de agua, whisky con dos hielos. Mucha atención pero sin
¿Ya estoy en casa? En casa. Casa. Hay cosas que no se olvidan y de repente hay otras – de las más amadas – que sí. ¿Por qué? Quizá
Qué gusto da verlo todo recogido, es tan reconfortante pensar que la vida está organizada y planificada… aunque a veces pienso, igual tampoco estaría mal algo de desorden. Antes
Exactamente lo mismo que decía cuando estaba viva: «me quiero morir». Así se pasó veintisiete años, dos meses y cuatro días. Nunca supimos por qué entró en depresión o
«Ese no es nuestro estilo de familia». Había oído esa frase cientos, miles de veces. De pequeño no alcanzaba a entenderla del todo y según pasaron los años, empezó
Le estaban investigando y él pensó, “a mí, no es posible, no hay nadie más patriota que yo…”. El hecho de saberse de memoria las técnicas de la Gestapo,
Perdida en el bosque. Nunca creyó que le pudiera pasar. Lo conocía como la palma de su mano, sin embargo ese día se desorientó y la aparición de ese
Ya estoy en la cama. El Whatsapp le cayó como un jarro de agua no fría, helada. Cómo era posible que estando él como estaba, ella solamente le contestara