AGENTE SIN ATRIBUCIONES
Dígale, agente, que la quise mucho, le supliqué. El me miró fijo a los ojos y me dijo: no está entre mis atribuciones.Entonces entendí que no tenía que haber
Desde la convicción absoluta de la importancia de las historias, dado que lo emocional es lo que realmente mueve e impulsa o solo a comprar sino a seguir a una marca, a creer en ella, a identificarte con ella, desde esta convicción lanzo aquí Microrrelatos de distinto tipo, que en principio no tienen que ver con la empresa ni, normalmente, tienen “moraleja de gestión”, sino que son “simplemente” historias, en mayor o menor medida reales, para destacar la importancia del STORYTELLING y animar y ayudar a las marcas a crearlo… mientras espero que las disfrutéis y os gusten…
Dígale, agente, que la quise mucho, le supliqué. El me miró fijo a los ojos y me dijo: no está entre mis atribuciones.Entonces entendí que no tenía que haber
Dígale, agente, que la quise mucho… ¿Agente? ¿Me has llamado agente? ¿Por qué? ¿Acaso ya solo soy eso para ti? No te preocupes, desde la cárcel también se puede
«Cojo tu mano y salimos corriendo, ¿vale?», me preguntó. Yo contesté, intentado ser amable pero al mismo tiempo firme, «y, ¿por qué corremos, o mejor dicho para qué?». No
Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él. Así me he pasado los dos últimos años, hasta que por fin descubro que no debo esperar más.
Estas humedades me están matando. Cuando tomé la decisión de vivir con los pies mojados permanentemente creí que eran todo ventajas… adiós a la sequedad, a las durezas e
Que vengan por fin a rescatarte, por Dios!!! Ese era mi pensamiento en los últimos meses cada vez que se ponía a dar el coñazo y eran muchas veces.
Mientras chirrían tus arrugadas costuras de bronce, pienso que tus ojos son de oro y tu pelo de plata. Es más me gusta, me encanta, ese chirrido. Qué bueno
Si los pájaros te miran extrañados, piensa que ellos o tú estáis haciendo algo diferente. Yo pensé que era cosa suya, pero no… mi aspecto había pasado de ser
Se escucha ese «pi» infinito, tan irracional como insoportable. Hasta que no pasaron varios días no me acostumbré a escucharlo sin volverme loca. Después conseguí interiorizarlo de tal manera
– Le pido que haga todo lo posible por mantener con vida a mi marido un poco más.– Pero señora, yo no soy médico, soy prostituta!– Ya, ya, pero